Emocionante relato en primera persona con el vuelo especial de Londres a Buenos Aires por Aerolíneas Argentinas

Desde que comenzó la pandemia y la cuarentena hubo muchísimas cosas para contar y compartir. Una de ellas fueron los vuelos especiales que fueron y están siendo autorizados desde el Gobierno para que ciudadanos argentinos que están varados en el exterior puedan volver al país.

Más allá de los aviones que van y vienen desde y a Ezeiza, hay muchísimas historias atrás de cada una de las personas a quienes se les confirma la posibilidad de subirse a cada uno de estos vuelos y también en aquell@s que siguen esperando...

Esta vez el protagonista de esta historia será el vuelo de Aerolíneas Argentinas desde el Aeropuerto Heathrow de Londres, que tuvo una primera parte complicada cuando el avión que iba a buscarlos tuvo que pegar la vuelta previo a cruzar el Atlántico (ver Post "Se vuelve a Ezeiza el avión de Aerolíneas Argentinas que iba a Londres").

Quien nos estará contanto todo con lujo de detalles es María Paula que dejó un comentario en el Post "Detalles del vuelo especial de Aerolíneas Argentinas en Londres".

y a partir de ahí nos pusimos en contacto para proponerle si quería contar como había sido este vuelo tan especial para ella y los más de 200 compatriotas que pudieron volver al país.

Y así fue como hace unas horas llegó el mail con el texto, las fotos y los videos... 

Para empezar, el primer culpable de que nos hayamos quedados varad@s con mi marido en Londres... ¡sos vos, jajaja!

Él es fanático de los aviones y encontró tu blog hace unos años. Te leyó decir que empezaba a volar Norwegian a precios muy accesibles y viajamos en el 2018. El año pasado aprovechamos la oferta para ir a Milán con Iberia y este año volvimos a caer en las redes de Norwegian, más que nada porque nos cobraba los pasajes en cuotas con un interés muy bajo.

Ya sabés que Norwegian dejó de volar a Argentina unos días antes que cerraran las fronteras y todo lo que pasó con eso. Teníamos pasajes de regreso para el 24 de marzo. Conseguimos pasajes por Latam via San Pablo para el 26 de marzo. El vuelo del día anterior fue el último en salir, el nuestro el primero de la cancelación total de los vuelos de Latam en esa ruta (al menos el tramo a Buenos Aires).

Como ya pusiste en el otro post de mi tocaya que volvió de Cancún (ver Post "En primera persona: volviendo al país en vuelo especial de Wingo"), para poder subir a uno de estos vuelos de repatriación sí o sí tenés que completar el formulario de repatriación. Ademas es importante comunicarse con la embajada o consulado del país donde quedaste, para que sepan que estás ahí y tengan tu contacto sin intermediarios por si tienen que pedirte datos adicionales.

Entonces, este vuelo "histórico" de Aerolíneas Argentinas ida y vuelta a Londres comienza con rumores.

En el chat de whatsapp "Varados en UK" había gente que tenía conocid@s en Ezeiza que empiezan a hablar de un vuelo directo de Aerolíneas. No me quería hacer ilusiones, quería la confirmación de parte del Consulado. Tampoco quería molestar preguntando todos los días si sabían de ese supuesto vuelo. El marido de una amiga me manda por chat un link... a tu blog (Ver Post "Confirmado. Vuelo especial de Aerolíneas Argentinas desde Londres").

Mi hermana más chica también tiene una conocida que trabaja en Aerolíneas y me pasaba info por ahí. Pero... hasta entonces, el Consulado tenía anotadas 500 personas que querían volver a Argentina, y en un avión no entrábamos. ¿Nos tocaría viajar?

Según el consulado, al ser turistas y haber querido volver en marzo, teníamos prioridad. Quiero aclarar que nosotros volamos a Londres el 29 de febrero, 12 días antes de que la Organización Mundial de la Salud declarara la pandemia, o sea 13 días antes de que el gobierno nacional decretara la emergencia sanitaria por un año. En una semana era imposible volver, no estábamos en Londres sino en Ámsterdam, y cambiar de vuelo no es ni tan fácil ni tan barato como cambiar de colectivo. En especial si todo el mundo quiere hacer lo mismo: regresar a casa lo antes posible. Pasaban los días...

El sábado 18 de abril a la noche se comunicaron del consulado para preguntarnos varios datos, incluído si podíamos pagar entre 500 y 800 libras cada pasaje. Respondí que sí sin saber si las tarjetas iban a aguantar semejante gasto mientras pagábamos alojamiento y comida que no teníamos planeados. Le dije a mi marido: no hay chances de que volvamos si no es en un vuelo de repatriación; hacía pocos días habían anunciado que los vuelos comerciales en Argentina comenzarían en septiembre, con suerte.

Así que pediríamos prestada una tarjeta si era necesario, pero el vuelo había que pagarlo como fuera si queríamos volver. Que llamaran un sábado a las 22hs era buena señal.

Durante el domingo y el lunes siguieron llamando a mucha otra gente. ¿Se haría el vuelo? ¿Estaríamos en la lista de pasajer@s?

Hasta el viernes 24 de abril, que era cuando se publicaban los vuelos siguientes, no sabíamos si ese vuelo de Aerolíneas era una realidad o un deseo. Cuando salió la información oficial fue cuestión de cortar más clavos.

Desde Argentina mi familia me llamaba todos los días, y cuando mi mamá escuchó en la radio el jueves 23 que había un vuelo desde Londres, no paraba de llorar de la felicidad. ¿Cómo decirles que no sabíamos si estábamos o no en la lista?

El domingo 26 por la tarde llamaron desde el consulado para volver a chequear datos y reconfirmar que pudiéramos pagar los pasajes. Siempre pensando "no me tengo que ilusionar, hasta que esté en casa no me tengo que ilusionar".

Iban a llegar mails de Aerolíneas con el link para comprar el pasaje sólo a la gente seleccionada. Que el lunes. Que entre el lunes y el miércoles. Que hubo problemas, que sería el jueves. El chat grupal explotaba. Jueves pasadas las 22 empezaron a llegar los mails. A mi marido y a mí nos llegó.

Mi pánico era que uno pudiera sacar el pasaje y el otro no. Por suerte, luego de que la tarjeta de débito fuera rechazada, pudimos comprar cada uno por su lado con la de crédito. Recién ahí llamé a mis papás para avisarles que, si todo salía bien, el jueves 7 estaríamos de vuelta en Argentina, después de estar más de 2 meses en el exterior, pero que no se ilusionaran hasta que estuviéramos en casa.

Hubo gente a la que el mail le llegó el día siguiente, durante el fin de semana, incluído el lunes. El chat hervía entre gente feliz por volver y gente enojada porque quedó afuera. Ahí Mariana Cuello, una de las administradoras del grupo, armó otro chat con sólo la gente que había podido comprar el pasaje.

Hubo personas que sacaron créditos para pagarlos. Gente que pidió la tarjeta prestada a la familia o amig@s. Era conseguir esa plata o seguir varad@s en Inglaterra por tiempo indefinido. Bronca por pagar durante todo este tiempo, pasaje incluído, el 30% de impuesto cuando claramente ya no éramos turistas si no exiliad@s. Además, el pasaje terminó costando 800 libras, ¡nos cobraron la ida y la vuelta! Pero ya está, teníamos los pasajes para volver.

El miércoles 6 teníamos que estar 5 horas antes en el aeropuerto para hacer los controles y pasar por todos los protocolos. Así que nos levantamos temprano, prendí la laptop que me prestó un matrimonio cordobés que vive en Londres hace 4 años y abrí la página FlightRadar24 para seguir el vuelo. En el chat del vuelo, una catamarqueña, Eugenia, estaba haciendo lo mismo. A las 8, el avión salió al océano e hice una captura muy acotada para subir a fb sin ponerle ninguna explicación.

¡Nunca una rayita me había puesto tan contenta en la vida! ¡Ese avión nos iba a llevar a casa! Una hora más tarde estábamos preparándonos para sacar la basura cuando nos dimos cuenta de que no veíamos el avión. Mi marido me dijo que la señal se pierde cuando entran al Atlántico porque quedan fuera de la zona de cobertura. (Ver Post "Flightradar24 y el motivo del cambio de colores en los aviones"). Lo sospechoso es que había un avión en la misma ruta... apuntando para el otro lado, hacia Argentina. Volví a buscar AR1130... y era ese avión. Mi marido decía que podia ser un error; yo veía que el avión estaba volviendo.

Para no sembrar el pánico en el chat del vuelo, le pregunté a Eugenia por privado si estaba viendo lo mismo que nosotr@s. Sí. Horror. Impensando. ¿Por qué había pegado la vuelta? ¿Qué hacer? ¿Le avisamos al grupo sin saber qué estaba pasando? Escribí al Consulado a ver si sabían algo. Alguien más estaba siguiendo el vuelo en el grupo y lo escribió en el chat. Ahí di la alarma: NADIE VAYA AL AEROPUERTO. Fue el caos.

Del consulado me avisaron que parecía ser un problema técnico. El chat explotó. La administradora primero lo bloqueó para que no se perdiera la información y nadie fuera al aeropuerto; después cambió el nombre del grupo por VUELO CANCELADO. Pidiéndoles que se calmaran, les dije que pensaran que era mejor que el vuelo volviera ahora y no con nosotros arriba, regresando a Inglaterra.

Ahí nos enteramos de que el avión llevaba pasajer@s, argentin@ que viven en Inglaterra. Qué desesperación para esa gente, no me quiero imaginar lo que deben haber vivido. Haber volado 6 horas y que el avión se vuelva por una falla técnica. Yo sólo quería que ese avión aterrizara bien en Ezeiza.

Ahora, ¿cómo le decía a mi papá y a mi mamá lo que estaba pasando y que no sabíamos cuándo íbamos a volver? Esperé a que ell@s llamaran a la hora en que supuestamente salíamos para el aeropuerto. "Les dije que no se hicieran ilusiones". Jamás nadie puede haber imaginado que algo así podía pasar. Era el mismo avión que voló a China a buscar insumos. Hacía unos días había viajado a España. ¿Qué le habría pasado?.

Otra vez rumores. Que el avión llegaba, se subían todos a otro avión y salían. "No, no es tan fácil", dije, para parar con las teorías del futuro vuelo. Más allá de que arreglaran el avión o buscaran otro (Aerolíneas no tiene tantos aviones operativos haciendo vuelos de esta magnitud), necesitaban 2 tripulaciones de larga distancia que estuvieran dispuestas a viajar lo antes posible, si es que no había que hacer otra vez todo el papeleo para que Heathrow y el gobierno inglés autorizaran un aterrizaje de características especiales otro día. Ya nos veía otra semana, otra quincena, otro mes esperando volver a casa.

Que sale a las 13, que sale a las 14 (hora de Argentina). Hago cuentas entre la duración del vuelo menos la diferencia horaria... ¿tendríamos que salir a las 3 o 4 de la mañana al aeropuerto? Volví a escribir al consulado; no tenían información fiable todavía. Que a las 17hs, que al mismo horario que el que se volvió. Recién pasadas las 22hs de Inglaterra nos avisan por mail que el vuelo saldría a la misma hora que el anterior y que todo se corría 24 horas.

Así que el jueves 7, cual Día de la Marmota, volvimos a repetir la rutina. Prender la compu y abrir FlightRadar24. Ya no éramos 3 siguiendo el vuelo, sino casi todo el chat.

Cuando el avión "desapareció" en el Atlántico y empezaron los comentarios preocupados, tuve que explicar lo de la zona de cobertura. Que no era el mismo avión, que era uno igual, también de 3 años de antigüedad. Salimos al aeropuerto cruzando los dedos, porque el avión no volvió a aparecer en el mapa.

Heathrow era un laberinto.

Subimos desde el subte hasta el 5° piso, donde había que hacer el check in y despachar las valijas. Pero no nos dejaron entrar, había que ir a la planta baja y hacer una cola... para tomar otro ascensor y volver al 5° piso. Ahí empezó a aparecer la gente del consulado. Tuvimos que hacer otra cola y nos dieron unos papeles del Ministerio de Salud y de Migraciones para ir completando. Nos dieron dos barbijos a cada uno y nos mandaron a hacer el check in y despachar las valijas.

De ahí teníamos que pasar por seguridad (ni te cuento todo lo que me pasó ahí, jajaja). Y ahí, recorrer media terminal 2 hasta la puerta 48 del sector B.

Faltaban 3 horas para que saliera el vuelo y había otra cola. ¿Para qué, si ya teníamos los asientos? Sospeché algo raro. Era porque había que pasar por el control médico.

Estando ahí, mi marido vio algo celeste llegando. Era el vuelo de Aerolíneas aterrizando. De la emoción me puse a aplaudir cuando tocó tierra. Y no fui la única, como verás en el video de Adriana Reati (me autorizó a mandártelo).

Seguimos en la cola hasta que nos tocó pasar por el control médico. Ahí, médic@s argentin@s residentes en Inglaterra, ad honorem por iniciativa propia según dijeron, hacían el chequeo de los puntos del formulario del Ministerio de Salud y controlaban la temperatura.

Luego te daban un último papel. Ahí escuché que mi marido, que terminó antes, se puso a hablar con alguien que lo había reconocido. Supuse que era el tal Martín del Consulado con quien me había comunicado todo ese tiempo. Después me tocó a mí y nos saludamos. ¡Por fin ponerle una cara! ¡Y resultó ser uno de los Cónsules adjuntos ! 

Fueron llamando de a filas para abordar por la puerta 49. Nosotros estábamos en la 19 así que seríamos de l@s últim@s en subir.

Fuimos l@s últimos y vimos el momento en que la gente del consulado se puso a aplaudir, festejando que las 246 personas se habían subido al avión sin problemas, después de días de negociaciones, preparativos y con los nervios del vuelo fallido del día anterior.

Una vez adentro, empecé a agradecer a la tripulación por habernos ido a buscar. ¿Sabe la gente que las tripulaciones son voluntarias, que no las pueden obligar a viajar por ser un trabajo estresante, más en estas condiciones? Especialmente les agradecí porque tuvieron que salir corriendo de sus casas para salir en el vuelo de reemplazo.

Sonreían y se ponían la mano en el pecho, felices de que alguien les reconociera el esfuerzo. Después me enteré que en otros vuelos hubo tripulaciones maltratadas por pasajer@s, como si tuvieran la culpa de algo. Les conté que había visto cómo el otro avión pegaba la vuelta en Internet y el susto que se habían pegado esa mañana cuando ese avión había desaparecido.

Entrevista con Fernanda Coronel, piloto de A330 de Aerolíneas Argentinas e integrante de la tripulación que realizó el vuelo especial Buenos Aires - Londres - Buenos Aires (click acá para escucharla)

Nuestras valijas de mano quedaron con la tripulación porque ya no había lugar para poner más nada. Querían que el avión saliera (ya eran pasadas las 18hs, más de media hora más tarde), pero el comisario de a bordo se negó a mover el avión con gente parada. Si había otro avión listo para salir, que usara su slot y que nos tocara salir después. Total, ahora no hay tantos vuelos...

El avión despegó rapido, carreteando un tramo muy corto. Al poco tiempo, el comisario de a bordo nos leyó una carta del cónsul, reconociendo algunas fallas de parte de ell@s, agradeciendo la paciencia y buen trato de parte de algun@s de nosotr@s, y la felicidad de todo el consulado por saber que 246 personas finalmente volvían a Argentina. No sé si alguien se le habrá piantado un lagrimón, pero durante la lectura se hizo silencio y luego aplaudimos.

El vuelo transcurrió sin problemas, duro mas o menos 13hs 40.

El otro momento emotivo fue al aterrizar, pero no te quiero spoilear nada. Está el video de Mariana Filosa adjunto (es el segundo video de la publicación de instagram). Eso si, fue uno de los mejores aterrizajes de mi vida y muchos pasajeros dijeron lo mismo... 

En Ezeiza, la misma tripulación nos avisó que no sabían cuál sería el protocolo al llegar, porque cambia día a día. Primero bajaron quienes viven fuera de la ciudad de Buenos Aires. Y por último los de la capital del país. Ahí bajamos, últim@s otra vez, saludamos y volvimos a agradecer a la tripulación que vimos. Nos esperaban más colas y trámites.

El viaje todavía no terminó, no llegamos a casa porque estamos haciendo la cuarentena en un hotel por disposición del gobierno de la ciudad.

Pero al menos ya estamos en Argentina.

Créditos de las fotos: DG - MPA.

Créditos de los videos: Adriana Reati y Mariana Filosa.

Emocionante, no ?? 

Y así pasó el relato de María Paula Antelo a quién agradezco muchísimo por la confianza para contar todo esto, por tomarse el tiempo para escribir, por las fotos y videos, por la predisposición para las preguntas que le hice y sobre todo por haber confiado en DesdeElPatio para contar su tremenda experiencia como varada en Londres.

Desde la cuarentena de Canning, hasta la próxima !!

Pablo