El pequeño cementerio de aviones de Aeroparque

Publicado en JULIO de 2018. Nuevo Post que se incorpora a la nueva Desde El Patio !!

En esto de ir conociendo lugares relaciones con la aeronáutica, y lo que comenzó con la visita al cementerio de aviones de Victorville en California, el Jueves pasado estuve en Aeroparque Jorge Newbery y me encontré con algunos aviones que están abandonados bien cerca de la reja.

Hace unos meses, cuando estuve recorriendo el nuevo Hangar 5 de Aerolíneas Argentinas, pude conocer y pasear por el cementerio de Ezeiza donde descansan 6 aeronaves, incluídos dos Fokker de la Armada Argentina, un Southern Winds y el A340 ZRA de Aerolíneas.

Con motivo de la invitación al vuelo a Bariloche en el MAX de Aerolíneas Argentinas, había llegado con bastante anticipación y al dejar el auto estacionado ahí cerquita aproveché a recorrer este pequeño cementerio.

Si bien había estado anteriormente en este lugar (o más bien pasado camino a la terminal), es la primera vez me detengo a observarlo en detalle.

El primero que vi, a mi izquierda y en la posición más cercana a cabecera de pista 13, fue este Lear Jet 35 matrícula LV-ZZF sin motores, que estaba con la puerta abierta y todo roto por dentro (y por fuera). 

Girando la cabeza a la derecha, para el lado de la Terminal Sur, se podían ver dos aviones: un Rockwell 680V matrícula LV-OFX y un Boeing 737 apoyado en lo que queda de césped.

Descansando debajo de los árboles, este avión que dentro de pocos días estará cumpliendo 41 años desde que fuera entregado a Gulf Air, en Agosto de 1977… 

Editado: al día de hoy se encuentra en otro lugar

 ver Post "La despedida y el traslado del American Falcon abandonado en Aeroparque"

La aeronave, matrícula LV-WGX, operó con este mismo registro para Aerolíneas Argentinas desde el año 1994. En el año 2000, luego de ser devuelto al leasing y rematriculado como N930CA, volvió a su matrícula argentina LV-WGX y comenzó a volar para American Falcon. 

Vista desde la reja.

Según consta en los registros, la aeronave operó durante 4 años para la compañía que llegó a tener dos Boeing 737 en su flota.

Mientras caminaba hacia la terminal para ir a retirar el boarding pass para el vuelo del MAX, me despedí de estas aeronaves que descansan, bajo el ruido de los que despegan y aterrizan, en este pequeño cementerio de Aeroparque…

Muchos se preguntarán (o no) que tiene de lindo recorrer estos lugares… y la verdad que no le encuentro mucha explicación al asunto.

Lo que me pasa cuando me encuentro con estas cosas es que me pongo a pensar en las cantidades de historias que pasaron por estos aviones, ya sea de los tripulantes, mecánicos, empleados o pasajeros que pudieron disfrutar de la increíble sensación de volar.

Donde hay un avión hay una historia… o varias ;)

Hasta la próxima !!

Pablo